Los cubanos aplaudieron el sábado el encuentro histórico entre Raúl Castro y Barack Obama pero les gustaría notar en sus vidas cotidianas una repercusión positiva más rápida como resultado del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba después de más de cincuenta años sin relaciones diplomáticas.
Muchos habaneros detuvieron sus quehaceres del sábado, algunos paseaban en familia, otros hacían la limpieza de la casa, para ver a Castro y a Obama apretarse la mano mientras reafirmaron ante la prensa su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas y de seguir avanzando hacia una normalización de los lazos entre las dos naciones.
"Me gustó porque Raúl dejo todas las puertas abiertas. Eso me parece muy importante" comentó Magaly Delgado, jubilada de 72 años. "Vamos a ver si se va a dar".
En tanto Rosa Marie Argudín, una artista callejera de 40 años que trabaja con los turistas en el barrio colonial de La Habana Vieja, manifestó: "Hace años que estamos esperando algo así pero espero que todo esto no se quede en una conversación".
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